El logo para una marca es como la ropa y el peinado para las personas: transmite al exterior una imagen. Es cierto que crear un logo no es una tarea sencilla y una vez que se ha conseguido reconocimiento de marca (pensamos en grandes compañías, como Coca Cola, Apple, etc.) cualquier fallo en la renovación puede echar por tierra su personalidad.
¿Qué es el rebranding?
Cuando hablamos de renovar el logo estamos hablando de rebranding. Con este concepto se hace referencia al cambio de nombre o variaciones en la marca con el principal objetivo de revitalizarla, adaptándola a las nuevos intereses de los consumidores.
¿Cuándo conviene renovar la imagen de marca?
Las marcas evolucionan con la sociedad. Las tendencias cambian y las preferencias de los consumidores también. Como prueba el cambio de logo de McDonald’s, que pasó del rojo al verde cuando surgió la polémica de la comida basura; o Netflix, que pasó de ser un distribuidor de DVD por correo, a un proveedor de contenidos por streaming e incluso un proveedor de contenidos propios; o Microsoft, que ha pasado de vender productos, licencias y dispositivos a un servicio basado en la nube.
Cuando la marca evoluciona en sus productos, cambia sus objetivos de negocio y su público objetivo es momento de pensar en la renovación de la marca, que se hace evidente con la actualización del logo.
Ejemplos de marcas que han renovado el logo
Estas son algunas de las marcas que han renovado su logo:
Microsoft
A lo largo de los años (desde 1975), Microsoft ha ido renovando su logo hasta en cinco ocasiones.
Burger King
La historia de esta cadena de comida rápida comenzó en 1953. La marca cambió hasta en tres ocasiones (de 1953 a 1969) de logo hasta que definió su identidad. El último cambio se produjo en 1998 cuando la marca decidió que la hamburguesa tuviera menos protagonismo, apareciendo inclinada y recogiendo entre los dos panes la palabra Burger King.
Coca-Cola
La emblemática marca de refrescos es un gran ejemplo de adaptación a los cambios sociales (bebida sin azúcar, sin cafeína, etc. para satisfacer a un público amplio). En 1886 se creó el primer logo, en negro y con las dos ‘c’ destacadas. El logo cambió solo de tipografía hasta el año 1941 cuando apareció el color rojo. En años sucesivos se fue introduciendo alguna pequeña variación hasta que en 2003 se decidió volver a los orígenes, pero manteniendo el color rojo e incluyendo al final el texto legal ®.
La renovación no solo es para las grandes marcas
Renovar el logo no es una cuestión de tamaño de la compañía. Hay marcas pequeñas que también han renovado su logo porque su público había cambiado y también cambiaron sus objetivos.
Estamos en una sociedad de continuos cambios, y lo que hoy es bueno mañana es todo lo contrario. Por eso es tan importante que las marcas estén pendientes de estos cambios y actúen en consecuencia.
Un aspecto que no podemos olvidar es que el usuario ya no compra tanto por la calidad del producto, sino por la experiencia y sensación que le transmite. Compramos marcas en las que confiamos y que comparten nuestros mismos valores. La evolución del logo es una manera explícita de comunicar al mundo que la marca no se queda anclada en el pasado.
¿Cuándo no debes cambiar de logo?
Hay marcas que deciden cambiar el logo ante una situación de crisis, para demostrar que ya no son las mismas y han dejado ese pasado atrás. Pero esta no es una buena idea porque el consumidor asociará esa imagen a esa situación complicada para la compañía.
Aspectos a tener en cuenta a la hora de renovar el logo
Para renovar el logo un consejo esencial es que sea una tarea llevada a cabo por un profesional, como nuestra agencia de comunicación Ubiqual, al que se le encomiende esta tarea porque implica un exhaustivo trabajo de investigación para conocer bien la marca y definir cuáles serán los objetivos de negocio.
Es esencial escuchar a los consumidores, sus intereses, necesidades y cómo les gustaría ver la marca; porque esta decisión puede llevar a reforzar la relación o a provocar el rechazo, al no sentirse representados con la nueva imagen. Lo que no hay que tener es miedo al cambio y experimentar.
Los expertos señalan que cada siete años es aconsejable revisar el logo de la marca, aunque esto no implica que necesariamente haya que modificarlo.
La renovación del logo tiene que quedar recogida en el manual de identidad corporativa que es un documento que contempla aspectos relativos a la personalidad de la marca, como la tipografía, el tono de la marca y la imagen visual.
Fuentes: